Las uñas negras son un factor común en la mayoría de
corredores, al menos en los que practican este deporte de forma constante.
Uñas negras: qué son
y cómo se producen
Es habitual entre los corredores tener uñas negras, son una
seña de identidad, aunque si no se tratan bien pueden resultar molestas y
provocar dolor en los dedos del pie, dejando de lado que no es nada estético ir
con los dedos morados.
Este fenómeno se denomina hematoma subungueal y puede
aparecer por diversos motivos. Uno de ellos es obviamente un fuerte golpe sobre
la uña, como la caída de un objeto pesado sobre ella, pero la que a nosotros,
los corredores, nos interesa es la siguiente.
En primer lugar se debe a un traumatismo de repetición, es
decir, todos los pequeños golpes que los dedos realizan dentro de la zapatilla
con el interior de la misma mientras corremos, en cada zancada.
La suma de todos ellos hacen que finalmente se cree un
hematoma bajo la uña de un dedo, dando lugar a la uña negra si no se evita. Es
por esto que es más común que las uñas moradas aparezcan en corredores que
realizan largas distancias (más impactos) y en aquellos que los que entrenan o
compiten en zonas con desnivel, ya que en las bajadas los dedos chocan
constantemente con el frontal de la zapatilla.
Cómo tratar y
curar las uñas negras
Cuando se produce un hematoma en un dedo cerca o bajo una
uña lo mejor es no esperar “a ver qué pasa”, sino tratarla antes de 72 horas,
en las cuales será posible sacar la sangre acumulada. Si el hematoma está
localizado alrededor de la uña, puedes drenar la sangre tú mismo ayudándote de
un kit de aguja hipodérmica y una jeringuilla (que podrás encontrar en
cualquier farmacia).
Si la sangre está debajo de la uña, un lugar inaccesible con
la aguja, hay que drenarla haciendo un orificio en la propia uña, de forma que
sea una vía de escape para la sangre. En este caso el procedimiento es un poco
más laborioso y lo más recomendable es acudir a un podólogo para que lo haga
Si no sigues estos consejos y prefieres dejar que la uña se
cure con el tiempo, lo más probable es que acabes perdiéndola, ya que se pondrá
negra y comenzará a crecer otra debajo de ella, que finalmente ira empujando “a
la antigua” hasta reemplazarla y caerse, un proceso que puede durar muchos
meses.
¿Se pueden
prevenir estos hematomas?
No hay una fórmula exacta para hacerlo, pero algunos
consejos son:
Asegurarse de utilizar una talla correcta de zapatilla: esto
es primordial y básico, si la zapatilla es pequeña para tú pie los golpes serán
continuos al correr y estará más presionado.
Mantener las uñas de los pies cuidadas, bien cortadas
Tratar de mantener el pie seco durante largas salidas,
usando unos buenos calcetines técnicos.
Relacionado con la zapatilla, también podemos probar a
cambiar la forma en que apretamos los cordones, aquí tenéis algunas variables
para ello. De esa forma se puede variar las partes apretadas, liberando más la
zona delantera.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario