Las lesiones más frecuentes entre los atletas maratonianos
afectan al tren inferior y se deben más al sobreuso o repetición de gestos que
a la realización de éstos de forma inadecuada. Las más comunes son las
siguientes:
Tendinitis
Son inflamaciones de un tendón como consecuencia de su
sobreuso, especialmente en deportista que no han entrenado adecuadamente. Entre
los maratonianos los tendones más afectados son el talón de Aquiles y el tendón
rotuliano, situado en la rodilla. Si se sufre una tendinitis es aconsejable el
reposo y la aplicación de hielo sobre la zona afectada. Una zapatilla con
amortiguación en el talón protege el talón de Aquiles.
Contracturas
musculares
Antes de romperse, la musculatura reacciona retrayéndose.
Son habituales en personas con menor elasticidad o que no han estirado lo
suficiente. Al tacto, se notan pequeños nudos en el músculo. Son más frecuentes
en cuádriceps y gemelos y no tienen por qué notarse durante la carrera, ya que
puede exteriorizarse después del maratón.
Sobrecargas
musculares
Son prácticamente inevitables, si bien con un buen
entrenamiento y estiramientos previos y posteriores se reduce el riesgo de
sobrecarga.
Lumbalgias
El golpeo repetido del talón sobre el suelo puede repercutir
sobre la columna, provocando dolores de espalda.
Ampollas
Se producen por la acumulación de líquido dentro de las
capas externas de la piel y aparecen como consecuencia de la utilización de un
calzado inadecuado o recién estrenado. Si el líquido no se reabsorbe en 24
horas, ha de abrirse la ampolla con una aguja esterilizada.
Periostitis
Es la inflamación del tejido que rodea al hueso. Entre los
corredores es frecuente que esta lesión aparezca en la tibia como consecuencia
de correr sobre una superficie dura. Pueden ocasionar un fuerte dolor que en
ocasiones obliga al maratoniano a abandonar la prueba.
Esguince de tobillo
Aunque no es una lesión muy frecuente entre los
maratonianos, la gente con propensión a sufrir esguinces deben correr con
vendajes funcionales que ayudan a evitar que la lesión se repita. El esguince
se produce cuando un ligamento se estira más allá de sus límites habituales. Es
fundamental vigilar los bordillos, corriendo por el centro de la calzada. El
cansancio puede hacer que se calculen mal las distancias y se apoye
incorrectamente el pie. En caso de esguince es fundamental aplicar hielo
inmediatamente hasta que desaparezca el dolor en la zona.
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