Definición.
La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad crónica,
progresiva e invalidante que afecta a los tejidos articulares y periarticulares
presentándose en brotes de dolor e inflamación de la sinovial provocando una
limitación funcional y disminución de la autonomía.
Las principales articulaciones afectadas son: muñeca, mano,
codo, hombro, pie, rodilla y columna cervical.
Etiopatogenía.
La causa de la enfermedad no está bien determinada, ya que
no existen pruebas fidedignas de su etiología aunque se sabe que está producida
por el depósito interarticular de complejos inmunes o por microorganismos.
Epidemiología.
Afectación al 1% de la población adulta.
Pico de incidencia del primer debut entre 4º y 5º década.
Más frecuente en mujeres que en hombres 3:1 cuando comienza
antes de los 60.
Prevalecía influenciada por predisposición genética,
influencias ambientales, dieta, ocupación, etc.
29% de los pacientes presentan incapacidad de cierto grado
para realizar tareas fundamentales.
Disminuye las expectativas de vida de 4 años en los hombres
y de 10 en las mujeres.
Evolución de la enfermedad.
1º Periodo de inicio:
En esta fase comienzan a verse los primeros síntomas.
Dolor, inflamación, afectación articular simétrica, Fiebre y
escalofríos.
2º Periodo de estado:
Se afirman las características típicas de la patología.
Sinovitis: se manifiesta a través del dolor que aumenta con
la presión y con el movimiento.
Tumefacción, disminución de la movilidad, aumento de
temperatura en la articulación por la inflamación y rigidez articular.
3º Periodo de secuelas:
En esta fase el cartílago articular y el hueso que se
encuentra debajo de él se ha destruido, por lo que la articulación adoptará una
postura antálgica para evitar el dolor. Debido al dolor y a la rigidez de las
fases anteriores la musculatura se encontrará atrofiada.
II. Resultados.
Todos los autores consultados coinciden en la importancia de
un tratamiento precoz de Fisioterapia retrasara los posibles efectos que
provoca esta patología.
Para un tratamiento integral del paciente será necesario la
colaboración de un equipo multidisciplinar formado por (reumatólogo, cirujano
ortopédico, enfermero, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, técnico
ortopédico, psicólogo, asistente social) hacia un objetivo común, el paciente y
su bienestar físico, psicológico y social.
III. Material y Métodos.
Antes de comenzar con el tratamiento de fisioterapia llevara
a cabo una valoración detallada del paciente en la cual observaremos los
siguientes apartados:
Estado de la piel (existencia de nódulos, atrofia, edema,
signos de tumefacción, cicatrices. etc.).
Problema o déficit articulares:
Alteraciones (crepitación, inflamación, deformidad,
limitación, etc.). Alteraciones tendinosas (integridad o no del tendón).
Recorrido articular (aparición de fatiga, dolor, estabilidad
y movilidad).
Déficit neurológicos y
musculares (trastornos sensitivos, pérdida o disminución de la fuerza muscular,
destreza manual).
Deformidades (si las hay) se valora la necesidad del uso de
ortesis; en caso de estar ya colocadas, se comprobaran si son correctas o no.
Función de la mano (funciones prensiles, pellizco, presión y
no prensiles las que utiliza la mano estáticamente).
Valoración funcional de la mano.
Valoración funcional de las extremidades superiores e
inferiores.
Nivel de dependencia o independencia en las actividades de autocuidado,
laborales y de ocio (dificultades que presenta al realizarlas, valorar
implantación de ayuda técnica o adaptaciones del entorno).
Interacciones sociales (es decir, los problemas o vivencias
que sufre el paciente tanto en el ámbito familiar como profesional y social)
Estado de ánimo y motivación que presenta.
El tratamiento de fisioterapia se basa en los siguientes
objetivos:
Prevención de la inflamación y el dolor.
Corrección de la deformidad aplicando las distintas ortesis
o férulas indicadas en cada estadio.
Férula de descanso para uso Férula de descanso de uso
diurno.
Nocturno confeccionada con material termoplástico
Elección de una actividad gestual que nos ayuden a mantener
o incrementar la movilidad articular, la destreza y la fuerza.
Educación del paciente a lo relativo a la protección
articular y conservación de energía.
Diseño y realización de adaptaciones, prescripción de las
diferentes ayudas técnicas, enseñanza en su uso y aplicación.
IV. Conclusión/Discusión.
Gracias a la implantación precoz del tratamiento de
fisioterapia se consigue prevenir deformidades, una mayor independencia del
paciente y un ahorro de energía al realizar las AVD y un aumento de la
autoestima del paciente a la hora de enfrentarse con una actividad cotidiana.
Es por ello que la figura de la fisioterapia juega un papel
determinante en el tratamiento precoz de la AR por la dependencia que puede
causar esta patología y el deterioro de la imagen personal.
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