Cada día, tus pies dan unos 6 mil pasos. ¿Te has detenido a
cuidarlos? Un descuido a la hora de elegir tus zapatos podría acabar hasta en
problemas de columna y espalda, además de caídas y dolores de rodillas.
"La mayoría de las malformaciones en los pies, un 90 %,
ocurre por problemas de los zapatos"
Fortalecer tus pies, coordinar sus movimientos, evitar las
malformaciones y mejorar su percepción son beneficios que están al alcance de
todos.
Adelántate a las malformaciones, visita tu podólogo al menos
cada dos meses, elige tus zapatos adecuados y realiza estos ejercicios en casa.
1.
Ejercicio: Por 30 segundos y de pie, mantén
rectos tus talones.
Este ejercicio te dirá si tu
talón está torcido hacia afuera.
El primer síntoma de una
malformación es dolor en el pie, que se empieza a inflamar, a cambiar de
coloración de pie y uñas, que pierde fuerza y empiezan los trastornos de la
sensibilidad, es decir, o siente demasiado o ya no siente nada.
Beneficio: Esta es una práctica
ideal contra el pie valgo y plano.
2.
Ejercicio: Espiral del pie. Sentado en una
silla, cruza una pierna sobre otra, toma tu pie y exprímelo suavemente con las
dos manos, como si fuera un trapeador.
Una de las manos sostiene el
talón y la otra el antepié. Al "escurrirlo", el talón debe girar hacia
dentro y el antepié hacia afuera, sin causar dolor.
Se recomienda hacer el ejercicio
de dos a cinco minutos diarios.
Beneficio: Practicarlo te ayudará
a evitar un pie plano o valgo (talón torcido hacia afuera).
3.
Ejercicio: Sentado en una silla, coloca una mano
en el antepié (la parte que correspondería a la palma de la mano), a la altura
del pulgar, y otra a la altura del meñique.
Con la presión de las manos, imagina que
estos dos dedos sostienen una esfera, de tal manera que hagan un arco en forma
de "C".
Beneficio: El ejercicio es
efectivo contra los dedos en garra y el pie plano. Debe hacerse de dos a cinco
minutos al día.
4.
Ejercicio: Sentado en el suelo, con un lápiz
sostenido por el pulgar y el índice del pie, dibuja círculos sobre una hoja.
El borde externo del talón siempre debe hacer
contacto con el suelo y la rodilla no se puede levantar.
Beneficio: El ejercicio
fortalecerá el pie, estabilizará el talón y corregirá el arco. Se recomienda
hacerlo de dos a cinco minutos diarios.
5.
Ejercicio: Párate frente a un espejo y, debajo
de tu pie, coloca una toallita. Con los dedos del pie y sin despegar el talón
del suelo, ve arrugando la toalla.
Beneficio: El ejercicio reforzará
los músculos del antepié (donde reside el 40 por ciento de la fuerza del pie al
caminar), tonificará los pies cansados y ayudará a corregir el pie plano.
Dedica cada día de uno a tres minutos.
6.
Ejercicio: Sostén tu cuerpo en un solo pie, como
lo hacen los flamencos.
Beneficio: Si haces este
ejercicio por 30 segundos cada día, sin sostenerte de nada y con el talón
pegado al suelo, estabilizarás tu rodilla, enderezarás la pelvis, fortalecerás
tu pierna y tendrás mayor seguridad al caminar.
7.
Ejercicio: Coloca una moneda en el suelo. Con la
parte del antepié levanta esa moneda y sostenla unos cinco segundos en el aire.
Los dedos no deben tocar la moneda. Haz el ejercicio unos cuatro minutos
diarios.
Beneficio: Esta actividad
estabiliza las rodillas, da una sensación de ligereza en los pies y descarga
las articulaciones de la cadera.
8.
Ejercicio: Camina en cámara lenta, descalzo, de
puntillas y sin hacer ruido, como lo hacen los felinos. El ejercicio mejora
cuando vences obstáculos como escaleras, sillas o colchonetas. Ambos pies deben
avanzar en posición paralela.
Beneficio: Es ideal para promover
pies flexibles, proteger las articulaciones y obtener una marcha segura. Se
recomienda hacerlo de dos a cinco minutos cada día.
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