Un esguince es una lesión de los ligamentos que rodean una articulación. Los ligamentos son fibras fuertes y flexibles que sostienen los huesos.
Cuando usted sufre un esguince de muñeca, es porque se han estirado o roto uno o más de los ligamentos de la articulación de la muñeca. Esto puede ocurrir a raíz de un mal aterrizaje sobre su mano al caerse.
Los esguinces de la muñeca pueden ser leves o graves. Se clasifican por la gravedad del tirón o ruptura del ligamento desde el hueso.
Grado 1: los ligamentos se estiraron demasiado, pero no están rotos. Se trata de una lesión leve.
Grado 2: los ligamentos están parcialmente rotos. Es una lesión moderada y puede requerir una férula o un yeso para estabilizar la articulación.
Grado 3: los ligamentos están completamente rotos. Es una lesión grave y generalmente requiere de atención médica o quirúrgica.
Los esguinces crónicos de la muñeca, a raíz de lesiones de ligamentos mal tratadas en el pasado, pueden conducir a un debilitamiento de los huesos y los ligamentos de la muñeca. Esto puede llevar a que se presente artritis si no se reconoce.
Qué se debe esperar
Los síntomas tales como dolor, hinchazón, hematomas y pérdida de la fuerza o la estabilidad son comunes con los esguinces de muñeca leves (grado 1) y moderados (grado 2).
En lesiones leves, la rigidez es normal una vez que el ligamento comienza a sanar, pero esto puede mejorar con un poco de estiramiento suave.
Los esguinces de muñeca graves (grado 3) pueden necesitar una valoración por parte de un cirujano de la mano. Posiblemente sea necesario tomar imágenes llamadas radiografías de la muñeca para observar mejor el área. Las lesiones más graves pueden requerir cirugía para corregirlas.
Los esguinces crónicos se deben tratar con férulas de yeso, medicamentos para el dolor y antiinflamatorios. Asimismo, pueden necesitar inyecciones de esteroides y posiblemente cirugía.
Alivio de los síntomas
Siga estos pasos los primeros días o semanas después de su lesión:
Descanso: suspenda toda actividad física que cause dolor. Puede necesitar una férula, la cual puede encontrar en la farmacia local.
Coloque hielo en la muñeca durante unos 20 minutos de 2 a 3 veces al día. No aplique el hielo directamente sobre la piel.
Asegúrese de descansar y mantener la muñeca inmóvil lo más que pueda. Use un vendaje compresivo o una férula para evitar la hinchazón y tome analgésicos si es necesario.
Para el dolor, puede tomar ibuprofeno (Advil, Motrin), naproxeno (Aleve, Naprosyn) o paracetamol (Tylenol). Puede comprar estos medicamentos para el dolor en la tienda.
Hable con su médico antes de usar estos medicamentos si tiene cardiopatía , presión arterial alta, enfermedad renal o si ha tenido úlceras gástricas o sangrado interno en el pasado.
No tome más que la cantidad recomendada en el envase o por el médico.
Actividad
Los siguientes son algunos ejercicios que usted puede hacer una vez que su muñeca comience a estar mejor. Para aumentar la fuerza, haga el ejercicio de la pelota:
Con la palma hacia arriba, coloque una pelota de goma en la mano y agárrela con los dedos.
Mantenga su mano y la muñeca inmóviles mientras aprieta suavemente la pelota.
Apriete durante unos 30 segundos y luego suelte.
Repita esto 20 veces, dos veces al día.
Para aumentar la flexibilidad y el movimiento siga estos pasos:
En primer lugar, caliente la muñeca mediante el uso de una almohadilla térmica o una toallita tibia durante unos 10 minutos.
Una vez que su muñeca esté caliente, sostenga su mano hacia fuera horizontalmente y agarre los dedos con la mano sana. Comience a llevar los dedos hacia atrás y suavemente doble la muñeca hacia atrás justo antes de que empiece a sentirse incómodo. Sostenga este estiramiento durante 30 segundos.
Deje pasar un minuto para que la muñeca se relaje y luego repita el estiramiento 5 veces.
Ahora doble la muñeca en la dirección opuesta, estirando hacia abajo y sosteniendo durante 30 segundos. Relaje la muñeca durante un minuto y repita el estiramiento 5 veces.
Si se ha incrementado la molestia en la muñeca después de los ejercicios, aplique hielo durante 20 minutos después de ellos. Haga los ejercicios dos veces al día.
Control
Asista a un control con su médico 1 o 2 semanas después de la lesión. Según la lesión, el médico tal vez necesite verlo más de una vez durante el proceso de sanación.
Para los esguinces de muñeca crónicos, es posible que desee hablar con su médico acerca de qué actividad está provocando que usted se vuelva a lesionar la muñeca y lo que puede hacer para evitar una lesión mayor.
Cuándo llamar al médico
Llame al médico si:
Presenta entumecimiento o sensación de hormigueo repentinos.
Tiene un aumento súbito del dolor o la hinchazón.
Su lesión no parece estar sanando como se esperaba.
Nombres alternativos
Esguince (distensión) del ligamento escafolunar
jueves, 26 de junio de 2014
martes, 24 de junio de 2014
Osteoartritis de cadera (Hip Osteoarthritis)
Osteoartritis de cadera (Hip Osteoarthritis)
La osteoartritis, también conocida como artrosis "por uso y desgaste", es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad.
La osteoartritis a menudo afecta la articulación de la cadera. El desarrollo de la enfermedad es lento y el dolor empeora con el paso del tiempo.
Aunque no existe una cura, hay muchas opciones de tratamiento disponibles, que ayudan a controlar el dolor, mantenerse activo y llevar adelante una vida plena.
¿Qué es la osteoartritis de cadera?
La osteoartritis es la enfermedad degenerativa más común de la cadera.
La articulación de la cadera está formada por una esfera (la cabeza del fémur) y una soquete en la pelvis.
Una cadera sana se mueve sin dificultad, gracias a un tejido blando y resbaladizo llamado cartílago articular, que cubre, protege y amortigua el contacto de los huesos de la cadera. La osteoartritis desgasta este cartílago.
¿Cómo se presenta?
La osteoartritis se presenta con el paso del tiempo. Al desgastarse, el cartílago se deteriora y se pone áspero. El movimiento de los huesos en esta superficie expuesta es doloroso.
Cuando el cartílago se desgasta por completo, los huesos se frotan uno contra otro. Y, para compensar la pérdida de cartílago, los huesos dañados pueden comenzar a crecer y formar dolorosos espolones.
Síntomas.
El dolor es el síntoma más común de la osteoartritis de cadera. Puede hacer que cojee cuando apoya el peso del cuerpo sobre esa pierna. También puede sentir rigidez en la cadera y tener dificultades para moverse. Los síntomas tienden a empeorar por la mañana o luego de un período de inactividad.
¿Qué causa la osteoartritis de cadera?
Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar osteoartritis.
Edad.
La capacidad del cartílago de repararse puede disminuir con la edad. La osteoartritis de cadera normalmente afecta a los adultos mayores.
Peso.
Cuanto mayor es su peso, mayor es el peso que soportan las articulaciones de su cadera.
Lesiones.
Una lesión previa de la cadera, como en el caso de un accidente, puede causar osteoartritis en el futuro.
Otras enfermedades.
Algunas enfermedades aumentan el riesgo de padecer osteoartritis, como artritis séptica, anemia de células falciformes y lupus.
¿Es mejor realizar un diagnóstico temprano?
Como la osteoartritis empeora con el transcurso del tiempo, cuanto antes inicie el tratamiento mejor será el resultado.
Su médico puede indicarle radiografías para confirmar la presencia de osteoartritis. El cartílago sano se observa como un espacio que evita el contacto de la cabeza del fémur con el soquete de en la cadera. Las radiografías muestran si el daño al cartílago ha reducido este espacio. También muestran si tiene espolones.
¿Cuáles son las opciones de más comunes?
Su médico desarrollará un plan de tratamiento personalizado para aliviar el dolor y reducir la rigidez de las articulaciones.
Cambios en el estilo de vida.
Si el dolor no interfiere con su vida diaria, es posible que su médico le recomiende hacer primero algunos cambios en su estilo de vida para proteger sus articulaciones y reducir el avance de la enfermedad.
Ejercicio. Si regularmente hace ejercicios de alto impacto (como correr o practicar deportes competitivos), puede disminuir la tensión de su cadera sustituyéndolos por ejercicios de bajo impacto. Caminar, andar en bicicleta y nadar son buenas opciones de actividades de bajo impacto.
Pérdida de peso. Si tiene sobrepeso, perder tan sólo algunas libras puede marcar una gran diferencia en el nivel de tensión que soporta la articulación de su cadera.
Fisioterapia. Algunos ejercicios específicos pueden mejorar la amplitud de movimientos de su cadera y fortalecer los músculos de su pierna que dan soporte a la articulación. Los dispositivos de ayuda, como un bastón o insertos para calzado, también ayudan a disminuir la tensión de la articulación. Además, su terapeuta puede enseñarle a utilizar tratamientos con hielo y calor para controlar el dolor.
Medicamentos.
Si su dolor afecta su rutina diaria, o no se alivia con los métodos iniciales, el médico puede incorporar algún medicamento a su plan de tratamiento.
Acetaminofén. Aunque no reduce la hinchazón, el acetaminofén puede aliviar un dolor leve con pocos efectos secundarios.
Medicamentos antiinflamatorios no-esteroideos. Fármacos como la Aspirina y el Ibuprofeno reducen el dolor y la hinchazón.
Suplementos alimenticios. Algunos suplementos de venta sin receta, como la glucosamina y el sulfato de condroitina, pueden aliviar el dolor en algunas personas. Hable con su médico antes de usar suplementos.
Cirugía.
Su médico puede considerar realizar una cirugía si su dolor empeora y provoca incapacidad.
Artroscopia. Este procedimiento puede emplearse para eliminar espolones o pequeños trozos de cartílago desprendido, o para alisar la superficie del cartílago desgastado.
Osteotomía. Se realiza un corte en la cabeza del fémur o en la cavidad de la cadera para realinearla y quitar la presión en la articulación de la cadera.
Reemplazo de la articulación. El reemplazo de articulaciones puede ser total o parcial. Se extrae la articulación completa de la cadera o partes dañadas y se sustituyen por un dispositivo artificial (prótesis articular).
Vivir con osteoartritis
Enterarse que tiene osteoartritis puede ser desalentador. Sin embargo, las distintas opciones de tratamiento pueden ser muy útiles, y hay muchas cosas que puede hacer para reducir el impacto de la artrosis en su vida.
Hable con su médico.
Si los síntomas empeoran o tiene dificultades para sobrellevar la enfermedad, su médico puede revisar su plan de tratamiento.
Consulte a un fisioterapeuta.
Un fisioterapeuta le enseñará ejercicios para aumentar su fuerza y flexibilidad. También puede ayudarle a buscar nuevas formas de hacer sus actividades diarias. Cambios simples, como usar un alcanzador de objetos para recoger cosas que están a baja altura, pueden significar una gran diferencia en el alivio del dolor de la articulación. Su fisioterapeuta puede recomendarle el uso de dispositivos de ayuda en el baño, como un banco para la ducha, un asiento de inodoro elevado y pasamanos.
Descanse lo más como pueda.
La osteoartritis puede hacer que se canse más rápido y los síntomas pueden empeorar si siente fatiga. Trate de dormir durante toda la noche y tome algunas siestas cortas durante el día si lo necesita.
La osteoartritis, también conocida como artrosis "por uso y desgaste", es una enfermedad frecuente en las personas de mediana edad.
La osteoartritis a menudo afecta la articulación de la cadera. El desarrollo de la enfermedad es lento y el dolor empeora con el paso del tiempo.
Aunque no existe una cura, hay muchas opciones de tratamiento disponibles, que ayudan a controlar el dolor, mantenerse activo y llevar adelante una vida plena.
¿Qué es la osteoartritis de cadera?
La osteoartritis es la enfermedad degenerativa más común de la cadera.
La articulación de la cadera está formada por una esfera (la cabeza del fémur) y una soquete en la pelvis.
Una cadera sana se mueve sin dificultad, gracias a un tejido blando y resbaladizo llamado cartílago articular, que cubre, protege y amortigua el contacto de los huesos de la cadera. La osteoartritis desgasta este cartílago.
¿Cómo se presenta?
La osteoartritis se presenta con el paso del tiempo. Al desgastarse, el cartílago se deteriora y se pone áspero. El movimiento de los huesos en esta superficie expuesta es doloroso.
Cuando el cartílago se desgasta por completo, los huesos se frotan uno contra otro. Y, para compensar la pérdida de cartílago, los huesos dañados pueden comenzar a crecer y formar dolorosos espolones.
Síntomas.
El dolor es el síntoma más común de la osteoartritis de cadera. Puede hacer que cojee cuando apoya el peso del cuerpo sobre esa pierna. También puede sentir rigidez en la cadera y tener dificultades para moverse. Los síntomas tienden a empeorar por la mañana o luego de un período de inactividad.
¿Qué causa la osteoartritis de cadera?
Varios factores aumentan el riesgo de desarrollar osteoartritis.
Edad.
La capacidad del cartílago de repararse puede disminuir con la edad. La osteoartritis de cadera normalmente afecta a los adultos mayores.
Peso.
Cuanto mayor es su peso, mayor es el peso que soportan las articulaciones de su cadera.
Lesiones.
Una lesión previa de la cadera, como en el caso de un accidente, puede causar osteoartritis en el futuro.
Otras enfermedades.
Algunas enfermedades aumentan el riesgo de padecer osteoartritis, como artritis séptica, anemia de células falciformes y lupus.
¿Es mejor realizar un diagnóstico temprano?
Como la osteoartritis empeora con el transcurso del tiempo, cuanto antes inicie el tratamiento mejor será el resultado.
Su médico puede indicarle radiografías para confirmar la presencia de osteoartritis. El cartílago sano se observa como un espacio que evita el contacto de la cabeza del fémur con el soquete de en la cadera. Las radiografías muestran si el daño al cartílago ha reducido este espacio. También muestran si tiene espolones.
¿Cuáles son las opciones de más comunes?
Su médico desarrollará un plan de tratamiento personalizado para aliviar el dolor y reducir la rigidez de las articulaciones.
Cambios en el estilo de vida.
Si el dolor no interfiere con su vida diaria, es posible que su médico le recomiende hacer primero algunos cambios en su estilo de vida para proteger sus articulaciones y reducir el avance de la enfermedad.
Ejercicio. Si regularmente hace ejercicios de alto impacto (como correr o practicar deportes competitivos), puede disminuir la tensión de su cadera sustituyéndolos por ejercicios de bajo impacto. Caminar, andar en bicicleta y nadar son buenas opciones de actividades de bajo impacto.
Pérdida de peso. Si tiene sobrepeso, perder tan sólo algunas libras puede marcar una gran diferencia en el nivel de tensión que soporta la articulación de su cadera.
Fisioterapia. Algunos ejercicios específicos pueden mejorar la amplitud de movimientos de su cadera y fortalecer los músculos de su pierna que dan soporte a la articulación. Los dispositivos de ayuda, como un bastón o insertos para calzado, también ayudan a disminuir la tensión de la articulación. Además, su terapeuta puede enseñarle a utilizar tratamientos con hielo y calor para controlar el dolor.
Medicamentos.
Si su dolor afecta su rutina diaria, o no se alivia con los métodos iniciales, el médico puede incorporar algún medicamento a su plan de tratamiento.
Acetaminofén. Aunque no reduce la hinchazón, el acetaminofén puede aliviar un dolor leve con pocos efectos secundarios.
Medicamentos antiinflamatorios no-esteroideos. Fármacos como la Aspirina y el Ibuprofeno reducen el dolor y la hinchazón.
Suplementos alimenticios. Algunos suplementos de venta sin receta, como la glucosamina y el sulfato de condroitina, pueden aliviar el dolor en algunas personas. Hable con su médico antes de usar suplementos.
Cirugía.
Su médico puede considerar realizar una cirugía si su dolor empeora y provoca incapacidad.
Artroscopia. Este procedimiento puede emplearse para eliminar espolones o pequeños trozos de cartílago desprendido, o para alisar la superficie del cartílago desgastado.
Osteotomía. Se realiza un corte en la cabeza del fémur o en la cavidad de la cadera para realinearla y quitar la presión en la articulación de la cadera.
Reemplazo de la articulación. El reemplazo de articulaciones puede ser total o parcial. Se extrae la articulación completa de la cadera o partes dañadas y se sustituyen por un dispositivo artificial (prótesis articular).
Vivir con osteoartritis
Enterarse que tiene osteoartritis puede ser desalentador. Sin embargo, las distintas opciones de tratamiento pueden ser muy útiles, y hay muchas cosas que puede hacer para reducir el impacto de la artrosis en su vida.
Hable con su médico.
Si los síntomas empeoran o tiene dificultades para sobrellevar la enfermedad, su médico puede revisar su plan de tratamiento.
Consulte a un fisioterapeuta.
Un fisioterapeuta le enseñará ejercicios para aumentar su fuerza y flexibilidad. También puede ayudarle a buscar nuevas formas de hacer sus actividades diarias. Cambios simples, como usar un alcanzador de objetos para recoger cosas que están a baja altura, pueden significar una gran diferencia en el alivio del dolor de la articulación. Su fisioterapeuta puede recomendarle el uso de dispositivos de ayuda en el baño, como un banco para la ducha, un asiento de inodoro elevado y pasamanos.
Descanse lo más como pueda.
La osteoartritis puede hacer que se canse más rápido y los síntomas pueden empeorar si siente fatiga. Trate de dormir durante toda la noche y tome algunas siestas cortas durante el día si lo necesita.
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cadera,
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osteoartritis
martes, 17 de junio de 2014
FRACTURA DE CADERA EN PERSONAS MAYORES
¿Qué es una fractura de cadera?
Una fractura de cadera es una ruptura en el fémur (hueso del
muslo) de la articulación de la cadera. Las articulaciones son áreas en las que
se juntan dos o más huesos. La articulación de la cadera es una
"enartrosis" (cabeza y cavidad), en la que el fémur se junta con el
hueso de la pelvis. La bola de la articulación de la cadera es la cabeza del
fémur, y la cavidad es un hueso de la pelvis con forma de taza que se denomina
acetábulo. La fractura de cadera es una lesión muy seria y requiere de atención
médica inmediata.
¿Cuáles son los distintos tipos de fractura de cadera?
Una fractura es una ruptura parcial o total del hueso. Puede
tratarse de una sola o de múltiples rupturas en un hueso. La fractura de cadera
se clasifica según el área específica de la ruptura y el tipo de ruptura(s) en
el hueso.
Los tipos de fracturas de cadera más comunes son:
Fractura del cuello del fémur
La fractura del cuello del fémur se produce a una distancia
de dos a cinco centímetros (una a dos pulgadas) de la articulación de la
cadera. Estas fracturas son comunes entre las personas mayores y pueden tener
relación con la osteoporosis. Este tipo de fractura puede causar una
complicación, porque a menudo la ruptura impide el paso de la sangre a la
cabeza del fémur, que forma la articulación de la cadera.
Fractura intertrocantérica de cadera
Una fractura intertrocantérica de cadera se produce a una
distancia de siete a diez centímetros (tres a cuatro pulgadas) de la
articulación de la cadera. Este tipo de fractura no interrumpe el flujo
sanguíneo hacia el hueso y puede ser más fácil de solucionar.
Cerca del 90 por
ciento de las fracturas de cadera entran dentro de estas dos categorías, en
proporciones relativamente iguales. Existe otro tipo de fractura, denominada
fractura de cadera por fatiga, que puede resultar más difícil de diagnosticar.
Se trata de una ruptura apenas perceptible en el fémur, que puede no
comprometer a todo el hueso. El movimiento repetitivo y el uso excesivo pueden
provocar una fractura por fatiga. Los síntomas de esta lesión son similares a
los de la tendinitis o distensión muscular.
¿Quiénes pueden sufrir una fractura de cadera?
Cerca del 90 por
ciento de las fracturas de cadera la padecen personas mayores de 60 años. La
incidencia de estas fracturas aumenta con la edad, duplicándose por cada década
a partir de los 50 años. Caucásicos y asiáticos son más propensos a ser
afectados que otros debido principalmente a una mayor tasa de osteoporosis. La
osteoporosis (pérdida del tejido óseo) es una enfermedad que debilita los
huesos.
Las mujeres son más propensas a la osteoporosis que los
hombres; por consiguiente, la fractura de cadera es más común entre las
mujeres, quienes padecen cerca del 80 por ciento de todas las fracturas de
cadera. Anualmente, más de 1.5 millones de estadounidenses se fracturan la
cadera como consecuencia de la osteoporosis.
El número de casos de fractura de cadera en los Estados
Unidos es el más elevado en el mundo, con aproximadamente 300,000 episodios
cada año. En el año 2003, se contabilizaron aproximadamente 309,500
hospitalizaciones por fractura de cadera. Se estima que, para el año 2040, el
número podría exceder los 500,000 casos.
¿Por qué la fractura de cadera es un problema tan serio?
Las personas que padecen este problema tienen más
probabilidades de morir que una persona de la misma edad que no sufre de esta
lesión. Cerca del 20 por ciento de los que tienen una fractura de cadera mueren
en un plazo no mayor a un año desde que sufrieron la lesión. Se estima que sólo
una de cada cuatro personas se recupera totalmente de una fractura de cadera.
Al sufrir esta lesión, la mayoría permanece entre una y dos
semanas en el hospital. El período de recuperación puede ser largo e incluir la
internación en un centro de rehabilitación. Las personas que, anteriormente,
vivían sin depender de nadie, generalmente necesitarán de la ayuda que los
cuidadores o la familia le brinden en casa, o quizás requieran de los servicios
de un centro de cuidados a largo plazo. Como consecuencia, las fracturas de
cadera pueden generar la pérdida de la independencia, reducción de la calidad
de vida y depresión, especialmente entre personas de la tercera edad.
¿Cuáles son las causas de la fractura de cadera?
• Una caída es la causa más frecuente para este tipo de lesiones
entre las personas mayores. Un pequeño porcentaje de personas puede fracturarse
la cadera en forma espontánea. En personas más jóvenes, esta lesión se produce
como resultado de un accidente automovilístico, una caída desde gran altura o
un trauma severo.
• La fractura de cadera es más común en personas mayores
porque los huesos se tornan más delgados y débiles debido a la pérdida de
calcio que avanza con la edad, generalmente como consecuencia de la
osteoporosis. Si una persona se cae, los huesos afectados por la osteoporosis
tienen más probabilidades de quebrarse. La mayoría de las fracturas de cadera
que sufren las personas de la tercera edad se producen como resultado de una
caída, mientras están caminando sobre una superficie plana, a menudo en casa.
• A medida que avanzan en edad, las mujeres pierden entre el
30 y el 50 por ciento de la densidad ósea (espesor). La pérdida ósea se acelera
drásticamente después de la menopausia, porque producen menos estrógeno. El
estrógeno contribuye a mantener la densidad y fortaleza del hueso.
Factores de riesgo para la fractura de cadera:
Un factor de riesgo es cualquier circunstancia que pueda
aumentar las probabilidades de una persona de desarrollar una enfermedad. Puede
consistir en una actividad, una dieta, antecedentes familiares u otras
cuestiones.
Las distintas enfermedades tienen factores de riesgo
diferentes. A pesar de que estos factores incrementan el riesgo de una persona,
no necesariamente desencadenan la enfermedad. Por ejemplo, algunas personas con
uno o más factores de riesgo para una cierta enfermedad o dolencia nunca la
desarrollan, mientras que otras sí lo hacen y no tienen factores de riesgo
conocidos.
Conocer los factores de riesgo para cualquier enfermedad
puede ayudar a guiarlo para tomar las precauciones correspondientes, incluyendo
cambios de comportamiento y control clínico adecuado para la enfermedad.
• La osteoporosis es la principal causa de la fractura de
cadera. La edad también es un factor importante de riesgo. Entre otros factores
de riesgo posibles para esta lesión, se incluyen los siguientes:
• El excesivo consumo de alcohol y cafeína
• La falta de actividad física
• El bajo peso corporal
• La estatura alta
• Los problemas de visión
• La demencia
• Los medicamentos que ocasionan pérdida ósea
• El tabaquismo
• La vida en un internado, como por ejemplo, un centro de
atención asistida
• El aumento del riesgo de caídas, relacionadas con
enfermedades como la debilidad, la discapacidad o el andar tambaleante
Es posible que surjan otros riesgos, dependiendo del estado
de salud específico.
¿Cuáles son los síntomas de una fractura de cadera?
Los siguientes constituyen los síntomas más comunes de una
fractura de cadera. Sin embargo, cada persona puede experimentar síntomas
diferentes. Éstos incluyen:
• Dolor en la cadera y/o dolor que puede sentirse en la
rodilla
• Dolor en la parte baja de la espalda
• Imposibilidad de ponerse de pie o caminar
• Hematomas o hinchazón
• Pie torcido en ángulo inusual, que hace que la pierna
parezca más corta
Los síntomas de la fractura de cadera pueden parecerse a los
de otras enfermedades. Consulte siempre a su médico para que le diagnostique.
¿Cómo se diagnostica una fractura de cadera?
Además del examen físico y la historia médica completos, los
procedimientos de diagnóstico para esta lesión pueden incluir lo siguiente:
• Radiografía - estudio de diagnóstico que utiliza rayos de
energía electromagnética invisible, para obtener imágenes de los tejidos, los
huesos y los órganos internos en una placa radiográfica.
• Imágenes por resonancia magnética (IRM) - un procedimiento
de diagnóstico que utiliza una combinación de grandes imanes, radiofrecuencias
y una computadora, para reproducir imágenes detalladas de órganos y estructuras
internas del cuerpo.
• Tomografía computarizada (también llamada TC o TAC) -
procedimiento de diagnóstico por imagen, que utiliza una combinación de rayos X
y tecnología computarizada para producir imágenes transversales (a menudo
llamadas "rebanadas") del cuerpo, tanto horizontales como verticales.
Una tomografía computarizada (TC) muestra imágenes detalladas de cualquier
parte del cuerpo, incluidos los huesos, los músculos, el tejido adiposo y los
órganos. Las tomografías computarizadas muestran más detalles que las
radiografías estándar.
Tratamiento de las fracturas de cadera:
El tratamiento específico de las fracturas de cadera será
determinado por el médico, basándose en lo siguiente:
Su edad, su estado general de salud y su historia médica
El alcance de la lesión
Su tolerancia a medicamentos, procedimientos o terapias
específicos
Sus expectativas para el tratamiento de la lesión
Su opinión o preferencia
En general, una fractura de cadera se trata con cirugía. El médico
puede utilizar dispositivos metálicos para fortalecer y estabilizar la
articulación. En algunos casos, se reemplaza la cadera en su totalidad. El tipo
de cirugía reparadora dependerá del tipo de fractura. El médico decidirá cuál
es el mejor procedimiento para cada persona, basándose en cada caso en
particular.
El objetivo del tratamiento es proporcionar alivio al dolor
y que pueda reanudar su nivel normal de actividad. La cirugía de cadera a
menudo requiere la internación en el hospital. Mientras se encuentra
hospitalizado, el paciente generalmente comienza los ejercicios de fisioterapia
para recuperar el arco de movilidad y la fortaleza de la cadera. La
fisioterapia continúa en casa o en el centro de rehabilitación.
Puede haber complicaciones serias derivadas de esta lesión.
Es posible que un paciente deba someterse a tracción durante un determinado
período de tiempo después de la cirugía. Pueden formarse coágulos de sangre en
las venas, generalmente en las piernas. Si un coágulo se desprende, puede llegar
hasta un vaso sanguíneo del pulmón. Esta obstrucción, denominada embolia
pulmonar, puede ser fatal.
Otras complicaciones incluyen:
• Neumonía
• Atrofia muscular (desgaste del tejido muscular)
• Infección post operatoria
• Unión incompleta o no consolidada del hueso
• Deterioro mental posterior a la cirugía, en pacientes
ancianos
• Escaras (úlceras por de cúbito) por permanecer acostados
en la misma posición, con movimiento mínimo
Con algunas fracturas, la sangre no puede circular
adecuadamente hacia la cabeza del fémur, lo que provoca una pérdida de
irrigación sanguínea en esa zona. Esto se denomina necrosis vascular femoral o
necrosis vascular. Esta complicación puede producirse según el tipo de fractura
y la anatomía de la irrigación sanguínea de una persona hacia la cabeza del
fémur. Esto es más común en fracturas del cuello femoral.
¿Cómo se puede prevenir una fractura de cadera?
Prevenir una fractura de cadera es preferible a tratarla.
Las medidas preventivas incluyen la ingesta de abundante calcio todos los días.
Para las mujeres post-menopáusicas y que no ingieren estrógeno, el National Institutes of Health (Instituto Nacional de
Salud, NIH en inglés) recomienda 1,500 miligramos (mg) diarios. Para aquellas
que sí toman estrógeno, la recomendación es de 1,000 mg. Los hombres de mediana
edad deben ingerir 1,000 mg diarios.
Las mujeres que se encuentran en la etapa de la menopausia
deben realizarse una prueba de densidad ósea. Esta prueba se utiliza para medir
el contenido de minerales y el espesor del hueso. Estos valores indican la
disminución de la masa ósea, una enfermedad en la que los huesos están más
frágiles y más propensos a romperse o fracturarse con facilidad. La prueba de
densidad ósea se utiliza, principalmente, para diagnosticar la osteoporosis y
para determinar el riesgo de fractura.
Las mujeres, que son quienes padecen la mayoría de las
fracturas de cadera, producen menos estrógeno cuando comienzan la etapa de la
menopausia. La mayoría de las personas no sabe que tiene osteoporosis hasta que
sufren una fractura.
Otra manera de ayudar a prevenir la fractura de cadera es
realizar regularmente ejercicios que soporten el peso corporal, como caminar o
trotar. Los programas de ejercicios como el Tai Chi ayudan a recobrar la fuerza
y el equilibrio.
Otras medidas preventivas incluyen:
• tomar los medicamentos indicados por su médico para
prevenir la pérdida ósea
• consumir una dieta rica en calcio, que incluya leche,
queso cottage, yogur, sardinas y brócoli
• dejar de fumar
• evitar el excesivo consumo de alcohol
• mantener los objetos alejados de escaleras y pisos, como
los cables de electricidad, para prevenir las caídas
• usar alfombrillas antideslizantes y fijar barras de sostén
en la bañera
• ubicar luces de noche desde el dormitorio hasta el cuarto
de baño
• usar una base antideslizante para mantener las
alfombrillas en su lugar
• no utilizar muebles o escaleras poco firmes para pararse
sobre ellos
• visitar al oftalmólogo todos los años para hacerse una
revisión anual y tratar la pérdida de la visión.
viernes, 13 de junio de 2014
LESIONES EN FUTBOL SOCCER
El soccer es el más popular de los ejercicios aeróbicos y
ayuda a desarrollar el balance, agilidad, coordinación y trabajo en equipo, pero los jugadores deben
estar conscientes del riesgo de lesiones. La prevención de lesiones, detección
temprana y tratamiento ayuda a los
niños, adolescentes y adultos a seguir jugando por mucho tiempo.
Lesiones frecuentes
en Soccer y sus síntomas:
Las lesiones a la
extremidad inferior: son las más comunes, estas lesiones pueden ser
traumáticas como una patada a la pierna o una rotación sobre la rodilla, o
pueden resultar de sobre uso de un musculo, tendón o hueso.
Lesiones en
extremidad inferior: las torceduras
y los esguinces son las más frecuentes y
su severidad es variable. Las lesiones del cartílago y del ligamento cruzado anterior (LCA) en la
rodilla son una de las lesiones que más frecuentemente requieren de cirugía.
Otro tipo de lesiones incluye fracturas
y contusiones por contusiones directas al cuerpo.
Lesiones por sobre
uso en extremidad inferior: dolor de espinillas (dolor antero lateral o
posteromedial de pierna), tendinitis rotuliana (dolor de rodilla), tendinitis
aquilea (dolor en la parte de atrás del tobillo) son de las más frecuentes de
este tipo de lesiones. Los jugadores de Soccer también tienden a sufrir tirones en la ingle y
desgarros de músculos de muslo y
pantorrilla.
Las fracturas por
estrés: ocurren cuando los huesos se debilitan por el sobre uso, es difícil
distinguir entre una fractura por estrés
a una lesión de partes blandas. Si el dolor se presenta en cualquier
parte de la extremidad inferior y no mejora con unos días de reposo y
antiinflamatorios no esteroideos (AINES),
hay que descartar una fractura por estrés.
Lesiones de la
extremidad superior: generalmente ocurren por una caída sobre la extremidad
o por contacto de un jugador con otro. Se incluyen esguines de muñeca, fracturas de muñeca y
luxaciones de hombro.
Lesiones de cabeza,
cuello y cara: Incluyen cortaduras y abrasiones, fracturas, esguinces de
cuello y concusiones. Una concusión es cualquier alteración en el estado mental
del atleta secundario a trauma de cabeza. No todos los que sufren una concusión
pierden la conciencia.
¿Cómo se tratan las
lesiones de Soccer?
El jugador debe de jugar inmediatamente hasta que la lesión
sea evaluada y tratada. La mayoría de las lesiones son leves y pueden tratarse con un periodo corto de
reposo, hielo, elevación. La decisión de regresar a jugar inmediatamente
depende de la evaluación del médico o el entrenador. Las lesiones por sobre uso
se pueden tratar con periodos de reposo.
¿Cómo prevenir
lesiones en el Soccer?
·
Use botines de futbol a la medida y
espinilleras, hay evidencia que los botines moldeados y con tacos múltiples son
más seguros que los que se atornillan.
·
Terrenos de juego en malas condiciones
incrementan la incidencia de lesiones.
·
Usar pelotas sintéticas de tamaño adecuado- la
pelotas de cuero se vuelven más pesadas con el agua y más peligrosas, sobre
todo al cabecear.
·
Tener cuidado de las porterías movibles que se pueden caer sobre un jugador.
·
Hidratarse adecuadamente, no esperar a tener
sed.
·
Estar al cuidado de las condiciones del medio
ambiente sobre todo si este es muy caliente y húmedo para evitar enfermedades
por calor ( de la cual hay 7 variedades aproximadamente)
·
Mantener una buena condición física- la
incidencia de lesiones es mayor en jugadores que no se preparan bien
físicamente.
·
Después de un periodo de inactividad, regresar
gradualmente jugar en pleno por medio de
actividades como acondicionamiento aeróbico, fortalecimiento muscular y entrenamiento de agilidad.
·
Evitar lesiones por sobre uso – mas no es
siempre mejor –. Si hay dolor o molestia bajar el ritmo de intensidad del
entrenamiento, esto reduce el riesgo de lesión y evita el “quemarse”.
miércoles, 11 de junio de 2014
DEDO EN MARTILLO Y DEDO EN GARRA
El dedo en martillo y dedo en garra son deformidades comunes
de los dedos, que a menudo ocurren junto con un hallux valgus (deformidad del
dedo gordo del pie).
El dedo en martillo produce una flexión duradera de la
articulación del extremo de los dedos del pie, mientras que un dedo en garra se
caracteriza por una articulación sobrecargada en las articulaciones del centro
y extremo de los dedos del pie. Existen varias causas para la formación de los
dedos en martillo o dedos en garra, por ejemplo los siguientes:
Años de uso de calzado cerrado muy apretado
Posiciones defectuosas del pie, como pie plano y pie valgo
Trastornos neurológicos y enfermedades de los pies
Vista lateral: dedo en martillo.
Los síntomas típicos del pie en garra incluyen dedos
torcidos y puntos de presión dolorosos y callos en todo el pie. Los dedos en
martillo y los dedos en garra se acortan cada vez más con el tiempo, ocupando
más espacio en altura, con lo que los dedos presionan progresivamente en el
zapato, en particular sobre la parte del zapato sobre los dedos. Por eso
siempre se producen allí dolorosas callosidades y callos, y también en otras
protuberancias y puntos de presión del pie. Estas señales proporcionan pruebas
sólidas para el diagnóstico. En las radiografías los pies de garra son
claramente visibles, y además así se puede verificar si los dedos del pie
afectados se han desplazado de su articulación (luxación o dislocación) y si
las articulaciones tienen alteraciones artríticas.
Sin tratamiento adecuado, la condición de los pies afectados
se sigue deteriorando. El curso progresivo del pie en martillo y en garra no
siempre se puede reducir con medidas conservadoras, incluso desde las primeras
etapas, como la gimnasia orientada a los dedos del pie, los almohadillados y
llevando zapatos abiertos. Por lo tanto, los pies en martillo o en garra suelen
requerir una operación en algún momento, para corregir la mala posición de los
dedos, con lo que las posiciones defectuosas y anquilosamientos se pueden
eliminar permanentemente enderezando los dedos torcidos.
martes, 3 de junio de 2014
FISIOTERAPIA EN LA ARTRITIS REUMATOIDE
Definición.
La Artritis Reumatoide (AR) es una enfermedad crónica,
progresiva e invalidante que afecta a los tejidos articulares y periarticulares
presentándose en brotes de dolor e inflamación de la sinovial provocando una
limitación funcional y disminución de la autonomía.
Las principales articulaciones afectadas son: muñeca, mano,
codo, hombro, pie, rodilla y columna cervical.
Etiopatogenía.
La causa de la enfermedad no está bien determinada, ya que
no existen pruebas fidedignas de su etiología aunque se sabe que está producida
por el depósito interarticular de complejos inmunes o por microorganismos.
Epidemiología.
Afectación al 1% de la población adulta.
Pico de incidencia del primer debut entre 4º y 5º década.
Más frecuente en mujeres que en hombres 3:1 cuando comienza
antes de los 60.
Prevalecía influenciada por predisposición genética,
influencias ambientales, dieta, ocupación, etc.
29% de los pacientes presentan incapacidad de cierto grado
para realizar tareas fundamentales.
Disminuye las expectativas de vida de 4 años en los hombres
y de 10 en las mujeres.
Evolución de la enfermedad.
1º Periodo de inicio:
En esta fase comienzan a verse los primeros síntomas.
Dolor, inflamación, afectación articular simétrica, Fiebre y
escalofríos.
2º Periodo de estado:
Se afirman las características típicas de la patología.
Sinovitis: se manifiesta a través del dolor que aumenta con
la presión y con el movimiento.
Tumefacción, disminución de la movilidad, aumento de
temperatura en la articulación por la inflamación y rigidez articular.
3º Periodo de secuelas:
En esta fase el cartílago articular y el hueso que se
encuentra debajo de él se ha destruido, por lo que la articulación adoptará una
postura antálgica para evitar el dolor. Debido al dolor y a la rigidez de las
fases anteriores la musculatura se encontrará atrofiada.
II. Resultados.
Todos los autores consultados coinciden en la importancia de
un tratamiento precoz de Fisioterapia retrasara los posibles efectos que
provoca esta patología.
Para un tratamiento integral del paciente será necesario la
colaboración de un equipo multidisciplinar formado por (reumatólogo, cirujano
ortopédico, enfermero, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional, técnico
ortopédico, psicólogo, asistente social) hacia un objetivo común, el paciente y
su bienestar físico, psicológico y social.
III. Material y Métodos.
Antes de comenzar con el tratamiento de fisioterapia llevara
a cabo una valoración detallada del paciente en la cual observaremos los
siguientes apartados:
Estado de la piel (existencia de nódulos, atrofia, edema,
signos de tumefacción, cicatrices. etc.).
Problema o déficit articulares:
Alteraciones (crepitación, inflamación, deformidad,
limitación, etc.). Alteraciones tendinosas (integridad o no del tendón).
Recorrido articular (aparición de fatiga, dolor, estabilidad
y movilidad).
Déficit neurológicos y
musculares (trastornos sensitivos, pérdida o disminución de la fuerza muscular,
destreza manual).
Deformidades (si las hay) se valora la necesidad del uso de
ortesis; en caso de estar ya colocadas, se comprobaran si son correctas o no.
Función de la mano (funciones prensiles, pellizco, presión y
no prensiles las que utiliza la mano estáticamente).
Valoración funcional de la mano.
Valoración funcional de las extremidades superiores e
inferiores.
Nivel de dependencia o independencia en las actividades de autocuidado,
laborales y de ocio (dificultades que presenta al realizarlas, valorar
implantación de ayuda técnica o adaptaciones del entorno).
Interacciones sociales (es decir, los problemas o vivencias
que sufre el paciente tanto en el ámbito familiar como profesional y social)
Estado de ánimo y motivación que presenta.
El tratamiento de fisioterapia se basa en los siguientes
objetivos:
Prevención de la inflamación y el dolor.
Corrección de la deformidad aplicando las distintas ortesis
o férulas indicadas en cada estadio.
Férula de descanso para uso Férula de descanso de uso
diurno.
Nocturno confeccionada con material termoplástico
Elección de una actividad gestual que nos ayuden a mantener
o incrementar la movilidad articular, la destreza y la fuerza.
Educación del paciente a lo relativo a la protección
articular y conservación de energía.
Diseño y realización de adaptaciones, prescripción de las
diferentes ayudas técnicas, enseñanza en su uso y aplicación.
IV. Conclusión/Discusión.
Gracias a la implantación precoz del tratamiento de
fisioterapia se consigue prevenir deformidades, una mayor independencia del
paciente y un ahorro de energía al realizar las AVD y un aumento de la
autoestima del paciente a la hora de enfrentarse con una actividad cotidiana.
Es por ello que la figura de la fisioterapia juega un papel
determinante en el tratamiento precoz de la AR por la dependencia que puede
causar esta patología y el deterioro de la imagen personal.
lunes, 2 de junio de 2014
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