lunes, 11 de agosto de 2014

RODILLA DE SALTADOR


La rodilla de saltador, también conocida como tendinitis rotuliana o tendinopatía rotuliana, es una inflamación o lesión del tendón rotuliano, un tejido similar a una cuerda que une la rótula a la tibia. La rodilla de saltador es una lesión por sobrecarga (movimientos repetidos que causan irritación o daño en los tejidos en determinada zona del cuerpo).

Saltar, caer y cambiar de dirección de manera constante pueden provocar torceduras, desgarros y daño en el tendón rotuliano. Por lo tanto, las personas que regularmente practican deportes que implican saltar mucho todo el tiempo, como el atletismo (en particular, salto en alto), el baloncesto, el vóleibol, la gimnasia, el jogging y el fútbol, pueden ejercer mucha presión en las rodillas.

La rodilla de saltador puede parecer una lesión menor. Por este motivo, muchos atletas siguen entrenando y compitiendo, y suelen ignorar la lesión o intentan tratarla por su cuenta. Sin embargo, es importante saber que la rodilla de saltador es una afección seria que puede empeorar con el tiempo y, a la larga, requerir cirugía. La atención y el tratamiento médico tempranos pueden ayudar a prevenir el daño continuo en la rodilla.

¿Cómo funciona la rodilla?

Para comprender cómo se produce la rodilla de saltador, debemos saber cómo funciona la rodilla. Es la articulación más grande del cuerpo y le da estabilidad a la pierna, y permite flexionarla, girarla y enderezarla. Hay varias partes del cuerpo que interactúan para permitir que la rodilla funcione de manera adecuada:

-Los huesos como el fémur (hueso del muslo), la tibia y la rótula le dan a la rodilla la fuerza necesaria para soportar el peso del cuerpo. Los huesos que se encuentran en la rodilla permiten flexionarla suavemente.

-Los músculos les dan a los huesos la fuerza necesaria para flexionar, enderezar y sostener las articulaciones. Los músculos que están alrededor de la rodilla incluyen el cuádriceps (en la parte frontal del muslo) y los músculos isquiotibiales (en la parte posterior del muslo). El cuádriceps ayuda a enderezar y extender la pierna, y los músculos isquiotibiales ayudan a flexionar la rodilla.

-Los tendones son fuertes bandas de tejido que conectan los músculos a los huesos. Los tendones de la parte frontal de la rodilla son el tendón del cuádriceps y el tendón rotuliano. El primero se conecta a la parte superior de la rótula y permite extender la pierna. El segundo se conecta a la parte inferior de la rótula y se une a la parte superior de la tibia.

-Los ligamentos, que son similares a los tendones, son fuertes bandas de tejido que conectan los huesos con otros huesos.

Al trabajar en conjunto, los huesos, los músculos, los tendones y los ligamentos permiten que la rodilla se mueva, se flexione, se enderece, proporcione la fuerza necesaria para saltar y estabilice la pierna al caer.

Acerca de la rodilla de saltador

Cuando se extiende la rodilla, el cuádriceps tira del tendón del cuádriceps, que a su vez tira de la rótula. Luego, la rótula tira del tendón rotuliano y la tibia, y permite que la rodilla se extienda. Al flexionar la rodilla, en cambio, los músculos isquiotibiales tiran de la tibia desde atrás y esto hace que la rodilla se flexione.


En la rodilla de saltador, el tendón rotuliano está dañado. Dado que este tendón es fundamental para enderezar la rodilla, si está dañado, la rótula pierde el soporte o el sostén. Esto causa dolor y debilidad en la rodilla, y dificulta la extensión la pierna.
 

Síntomas

Algunos de los síntomas frecuentes de la rodilla de saltador son los siguientes:

-dolor directamente sobre el tendón rotuliano (o, más específicamente, debajo de la rótula)

-rigidez en la rodilla, en particular al saltar, arrodillarse, agacharse, sentarse o subir las escaleras

-dolor al flexionar la rodilla

-dolor en el cuádriceps

-debilidad en la pierna o la pantorrilla

Algunos de los síntomas menos frecuentes son los siguientes:

-problemas de equilibrio

-aumento de la temperatura, sensibilidad excesiva o hinchazón alrededor de la parte inferior de la rodilla

Tratamiento

La rodilla de saltador primero se evalúa mediante un sistema de calificación que mide el grado de la lesión (las calificaciones van del 1 al 5 donde 1 significa dolor solo después de realizar una actividad intensa y 5 significa dolor constante todos los días e imposibilidad para realizar actividades deportivas).

Al examinar la rodilla, el médico o profesional médico solicita al paciente que corra, salte, se arrodille o se agache para determinar el nivel de dolor. Además, es posible que recomiende una radiografía o una resonancia magnética (IRM). Según el grado de la lesión, el tratamiento puede consistir solo en reposo y bolsas de hielo, pero algunos casos requieren cirugía.


Para la rodilla de saltador leve a moderada, el tratamiento incluye:
 
-interrupción de las actividades o adaptación a un régimen de entrenamiento que reduzca en gran medida los saltos o los impactos

-aplicación de hielo en la rodilla para aliviar el dolor y la inflamación

-uso de una banda o sostén para rodilla (que se denomina banda infrarrotuliana o banda Chopat) para ayudar a dar sostén a la rodilla y rótula. La banda se usa por encima del tendón rotuliano, justo debajo de la rótula. La banda de rodilla puede ayudar a minimizar el dolor y a aliviar la presión en el tendón rotuliano.

-elevación de la rodilla cuando el paciente sienta dolor (por ejemplo, colocando una almohada debajo de la pierna)

-medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno, para minimizar el dolor y la hinchazón

-masoterapia

-ejercicios de mínimo impacto para ayudar a fortalecer la rodilla

-programas de rehabilitación que incluyan fortalecimiento muscular, centrados en los grupos musculares que soportan el peso, como el cuádriceps y los músculos de la pantorrilla

-inyecciones especializadas para insensibilizar las terminaciones nerviosas y reducir la inflamación

En raras ocasiones, por ejemplo, cuando hay dolor persistente o el tendón rotuliano está gravemente dañado, la rodilla de saltador requiere cirugía. La cirugía incluye la extracción de la parte dañada del tendón rotuliano, la extracción del tejido inflamatorio de la zona inferior (o polo inferior) de la rótula o la realización de pequeños cortes en los costados del tendón rotuliano para aliviar la presión de la zona media.

Después de la cirugía, se debe seguir un programa de rehabilitación que incluye ejercicios de fortalecimiento y masajes por un período de varios meses a un año.

Recuperación

La recuperación de la rodilla de saltador puede llevar de unas semanas a varios meses. Lo ideal es no hacer deportes o actividades que puedan agravar la rodilla y empeorar las afecciones.

Sin embargo, la recuperación no implica que el paciente no pueda realizar ningún deporte ni ninguna actividad. Según el grado de la lesión, se pueden practicar deportes o actividades de bajo impacto (por ejemplo, nadar en lugar de correr). Su médico le informará qué deportes y actividades no están permitidos durante el proceso de curación.

Prevención de la rodilla de saltador

El factor más importante para prevenir la rodilla de saltador es la elongación de los músculos. Un buen régimen de precalentamiento que incluya la elongación del cuádriceps, los músculos isquiotibiales y los de la pantorrilla puede ayudar a prevenir la rodilla de saltador. También es conveniente elongar los músculos después de los ejercicios.

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