lunes, 28 de julio de 2014

Plantillas ortopédicas: ¿Cuándo resultan verdaderamente útiles?


Las plantillas ortopédicas, u ortesis plantares, se desarrollaron en primer lugar para aliviar los dolores de pies o compensar una diferencia en el largo de las piernas. Al cabo de unos diez años, cada vez se aconsejan más en casos de lumbalgia, ciática, tendinitis, artrosis de los miembros inferiores, etc.

Las plantillas ortopédicas a menudo no se prescriben correctamente

Es mejor dejarlo claro, el uso de plantillas ortopédicas, también llamadas ortesis plantares, para corregir la postura o un desequilibrio biomecánico, por ejemplo para bascular la pelvis, no está basado en ningún fundamento científico biomecánico.

En lo que se refiere concretamente al dolor de espalda, un análisis basado en el conjunto de estudios publicados hasta 2010 concluía que las plantillas ortopédicas no permiten prevenir los dolores de espalda. Para tratarlos, recomendaba “llevar a cabo ensayos de mejor calidad”. “Ningún estudio serio ha podido demostrar hasta el momento las supuestas virtudes biomecánicas de las plantillas ortopédicas.” “Sin embargo, algunas personas afirman que les alivian el dolor… Aunque quizás sea el efecto placebo.”

Cabe mencionar que otras personas, por el contrario, ven cómo el dolor les aumenta o se desplaza de lugar. Según un segundo metanálisis, no se dispone de información precisa en relación a los efectos secundarios y las complicaciones. Los efectos adversos informados son dolor adicional en el pie, inestabilidad del tobillo e irritación cutánea. Para evitar heridas, conviene estar especialmente atento en caso de uso intensivo, como cuando se practican actividades deportivas.
 

 
No se recomiendan las plantillas en caso de niños o personas mayores

Para el reumatólogo, las plantillas ortopédicas ya no interesan en el caso de personas de menos de 12-14 años, “excepto en casos excepcionales donde el largo de una pierna presente una diferencia de diversos centímetros respecto a la otra, malformaciones graves de los pies o una enfermedad muy concreta”.  Dado que el arco plantar sigue desarrollándose hasta la adolescencia, estas plantillas podrían, por el contrario, generar desequilibrios.

El especialista también se muestra muy prudente en lo que se refiere al uso de plantillas en personas mayores: “Para limitar el riesgo de caída, es mejor no obstaculizar el pie y optar por zapatos simples y ligeros”.


Plantillas: ¿cómo explicar estas prescripciones no justificadas?

“Es un tema que se explica muy mal en los estudios de medicina”, “Existen tantas creencias entre los pacientes, pero también entre los generalistas y los podólogos, que es mejor visitar un reumatólogo, quien juzgará su utilidad, después de hablar con el paciente y realizar las exploraciones adecuadas.”

Las principales indicaciones de las plantillas ortopédicas son la artrosis de rodilla, los dolores articulares de la parte anterior del pie (dedos) y pies planos. A menudo conviene acudir a sesiones de rehabilitación.

Las verdaderas indicaciones de las plantillas ortopédicas. 
Los dolores de la artrosis de rodilla

“En caso de artrosis de rodilla o gonartrosis del compartimento interno de la rodilla, resulta útil usar una plantilla ligeramente más gruesa por el costado posterior externo para disminuir el dolor”. De este modo, algunos pacientes pueden disminuir su tratamiento antálgico y antiinflamatorio y, en consecuencia, los correspondientes posibles efectos adversos.

En lo que se refiere a la artrosis de cadera, no se ha demostrado nada pero, según el especialista, podría parecer lógico aconsejar plantillas de amortiguación para disminuir la onda de choque del paso al caminar.

Piernas de diferente largo

Las plantillas ortopédicas también pueden prescribirse para compensar una desigualdad en el largo de los miembros inferiores, siempre que esta diferencia provoque dolores y sea superior a dos centímetros, lo cual en la práctica es relativamente poco frecuente.

Dolores de pies planos o cavos

Los adultos presentan dos tipos de pies planos: los pies planos “constitucionales”, cuando el arco plantar no se ha formado nunca, y los pies planos “adquiridos”, cuando se ha hundido debido a una enfermedad como la poliartritis reumatoide o la artrosis de los pies. En ese caso, las plantillas ortopédicas permiten sostener el arco plantar.

En estas dos indicaciones, las plantillas ortopédicas pueden reducir los dolores, pero no corrigen el problema. Se recomienda, además, sesiones de rehabilitación para reforzar el arco plantar y la musculatura del pie. Puede que también se recomiende perder peso, si está justificado.

Los dolores de la parte anterior del pie

 “A menudo existen zonas de hiperapoyo en la parte anterior del pie y, concretamente, en los dedos. Conllevan lesiones de la piel y del tejido subcutáneo que pueden, en última instancia, afectar a las articulaciones.” Las plantillas ortopédicas permiten reequilibrar estos apoyos. Como en el caso de los pies planos, compensan pero no corrigen.


Sin embargo, en caso de dolor, el especialista aconseja empezar por utilizar con mayor frecuencia zapatos en los que el pie pueda extenderse por completo, que no es el caso de los talones altos, que los comprimen por la parte de delante: “Sin tener que prohibirlos, es mejor no llevarlos a diario y durante todo el día.”

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