jueves, 6 de noviembre de 2014

LESIONES DE RODILLA: EL CARTILAGOARTICULAR


¿Qué es una lesión del cartílago articular?

El cartílago articular es la cubierta que desarrolla el hueso en la zona vecina a otro, y sirve de protección para evitar que ambos huesos se rocen al moverse entre sí. Esta cubierta puede alterarse por causas mecánicas, es decir, por golpes, giros bruscos o sobrecargas continuas en casos de deportistas.

El cartílago entonces sufre diversos tipos de lesiones: se puede reblandecer o se puede romper formando desflecamientos, grietas y hasta úlceras, que pueden afectar al hueso que se halla por debajo; o bien liberar fragmentos de cartílago al espacio articular (cuerpos libres).

Estas lesiones son típicas de la vida de deportistas y trabajadores que usan la fuerza física. El reblandecimiento suele ser más frecuente en mujeres que en varones.

Cuanto más profunda y extensa sea la lesión, existe más riesgo de evolucionar a una artrosis y también con más rapidez. La artrosis es el desgaste que sufre el cartílago por envejecimiento y básicamente tiene dos causas:

La alteración en la composición del cartílago: por edad avanzada del paciente o por otros fenómenos poco conocidos.

La alteración en la forma del cartílago: cuando su superficie en vez de lisa se hace irregular (fisuras, cráteres) aumenta el desgaste por rozamiento al utilizar esa articulación.

 

¿Qué síntomas aparecen en una lesión traumática del cartílago?

 Habitualmente produce dolor en la zona dañada al mover la rodilla.

 Es muy frecuente notar crujidos al mover la rodilla.

 Es frecuente un derrame: más líquido articular de lo normal. Esto supone una defensa de la rodilla ante la lesión: desarrolla un "airbag".

 Cuando hay cuerpos libres flotando en la rodilla, el paciente suele notar que algo se le mueve dentro, lo cual le provoca dolor, chasquidos y a veces bloqueos: la rodilla no se puede estirar.

 En algunos casos se puede notar la sensación de aflojamiento y de pérdida de fuerza en la rodilla. Se debe a un reflejo de protección, que relaja los músculos del muslo.

¿Qué hace el médico ante la sospecha de esta lesión?

 Debe realizar un examen completo de ambas rodillas, para comparar los hallazgos de la sana con la enferma y para detectar o descartar otras lesiones asociadas.

 Mediante tests específicos comprobará que la zona de cartílago está afectada: presionará con los dedos determinados puntos, que provocarán dolor; apretará y moverá el hueso de la rótula para comprobar si se producen crujidos; realizará movimientos forzados a la rodilla para intentar pinzar la región dañada, lo cual también provocará dolor.

 Si el derrame es importante el médico lo extraerá efectuando una punción en la articulación con una aguja hipodérmica y succionando el líquido con una jeringa. Habitualmente extraer el líquido articular no duele.

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