lunes, 7 de abril de 2014

Lesion de Rodilla


 
 
Las lesiones de rodilla más comunes son las siguientes:

•Esguince: uno o varios ligamentos se estiran demasiado a causa de una torcedura o un tirón. Debido a ello, el ligamento se puede desgarrar o romper.

•Desgarre: un tendón o músculo se estira demasiado.

•Daño al cartílago de la rodilla: el cartílago es un disco en forma de media luna llamado menisco, que funciona como "amortiguador" de la rodilla.

•Uso excesivo: esta lesión es muy común en las personas que corren.

Lesiones en los ligamentos de la rodilla

Los ligamentos conectan los huesos entre sí. Los que están por fuera de la articulación de la rodilla se denominan ligamento lateral interno y ligamento lateral externo. Estos sustentan la rodilla, proporcionando estabilidad y limitando el movimiento lateral.

El ligamento lateral interno está ubicado en la parte interna de la rodilla, y se tensa cuando la pierna se estira.  Este es un ligamento fuerte; sin embargo, puede sufrir un esguince o romperse  (desgarrarse) por completo si la pierna estirada se tuerce al mismo tiempo que se mueve bruscamente hacia un lado.

El ligamento lateral externo es una especie de cordón delgado y fuerte que recorre la parte externa de la rodilla, y conecta la base del fémur a la cabeza del peroné (uno de los huesos de la parte inferior de la pierna).  En general, no se daña solo, pero es posible que haya que repararlo si usted se ha dañado otros ligamentos.

Las lesiones de los ligamentos lateral interno y lateral externo pueden clasificarse de la siguiente forma:

1er. grado: es un esguince sin desgarro del ligamento.

2º. grado: es un desgarro parcial del ligamento.

3er. grado: es un desgarro total del ligamento.

Los ligamentos que están en el interior de la articulación de la rodilla se denominan ligamento cruzado anterior y ligamento cruzado posterior. Se denominan “cruzados” porque están en forma de cruz. El ligamento cruzado anterior cruza por delante del ligamento cruzado posterior. Estos ligamentos proporcionan estabilidad a la rodilla en diferentes posiciones, especialmente cuando la articulación de la rodilla se mueve hacia adelante y hacia atrás.

Otras lesiones de los tejidos blandos

Los demás tejidos blandos que recubren la rodilla también pueden lesionarse. Se denominan “blandos” todos aquellos tejidos del cuerpo que no son huesos.

Si usted practica algún deporte que implique hacer girar la parte superior de la pierna mientras el pie queda fijo en el suelo, puede desgarrarse el cartílago de la rodilla. A medida que la persona envejece, el cartílago se va desgastando (se degenera), lo cual aumenta la probabilidad de desgarros, incluso con lesiones mucho menores.

El uso excesivo de la rodilla también puede dar lugar a que el tendón rotuliano se desgarre. El tendón rotuliano conecta la rótula con los músculos del muslo.

SÍNTOMAS DE LAS LESIONES DE RODILLA:

Los síntomas asociados a la mayoría de las lesiones de los ligamentos son similares, independientemente de cuál sea el que se haya dañado.  Estos pueden incluir los siguientes:

Dolor

Inflamación

Inestabilidad –  puede sentir que la rodilla está endeble o se le traba.

Es posible que experimente la sensación de que algo estalla o se rompe al producirse la lesión, e incluso que escuche un ruido seco. También pudiera ser que no logre apoyar correctamente la pierna afectada  ni recargar el peso total de su cuerpo sobre esta.

Si se dañó el cartílago de la rodilla, usted no sentirá dolor directamente; sin embargo, podría experimentar cierto grado de dolor o molestia a consecuencia de la inflamación que produce la lesión. El dolor pudiera presentarse en la parte interna o externa de la articulación de la rodilla (según la rodilla en que se haya dañado el cartílago), y es posible que haya cierta inflamación.

 

Si tiene alguno de estos síntomas, consulte a su médico de cabecera .

CAUSAS DE LAS LESIONES DE RODILLA

Usted puede lesionarse la rodilla en los siguientes casos:

Si la rodilla recibe un impacto o se desplaza fuera de su rango habitual de movimiento, por ejemplo, si usted se cae o “aterriza” en una posición forzada. 

Si practica un deporte que implica correr, saltar y detenerse, realizando cambios rápidos de dirección, por ejemplo, el fútbol.

Si padece de una enfermedad tal como la osteoartritis o la gota, o si tiene mucho sobrepeso.

DIAGNÓSTICO DE LAS LESIONES DE RODILLA

Durante el examen, podremos palpar la articulación, presionando suavemente la rótula para determinar si hay acumulación de líquido, en particular si la rodilla no muestra gran inflamación.

Además, podrá examinar su rodilla flexionándola y extendiéndola, así como moviendo la pierna en diferentes posiciones mientras usted permanece acostado o sentado, a fin de determinar si hay alguna lesión en los ligamentos o los tejidos blandos. 

TRATAMIENTO DE LAS LESIONES DE RODILLA

Los tratamientos que recibirá dependerán del tipo y de la gravedad de la lesión que usted tenga. 

Autoayuda

Para tratar cualquier tipo de lesión en los tejidos blandos de la rodilla, utilice el método “PRICE”.Que significa:

Protección(Protection). Proteja su lesión de daños mayores.

Reposo(Rest).  Repose durante los dos o tres primeros días; posteriormente, reanude poco a poco el movimiento para no perder demasiada fuerza muscular.

Hielo (Ice). Aplíquese compresas frías (por ejemplo, hielo ) para reducir la inflamación y los moretones. No aplique el hielo directamente sobre la piel, porque puede dañarla.

Compresión(Compression). Comprima la articulación con vendas para contener la lesión y ayudar a reducir la inflamación.

Elevación(Elevation). Eleve la rodilla apoyándola por encima del nivel del corazón y manténgala firme.

Hay ciertas cosas que usted deberá evitar durante los tres primeros días después de haberse lesionado, para no dañarse más la rodilla. Debe evitar lo siguiente:

El calor. Esto incluye tomar un baño caliente o usar una bolsa térmica.

El alcohol. Consumir bebidas alcohólicas puede aumentar el sangrado y la inflamación en la zona afectada.

Correr o realizar otros tipos de ejercicio.

Masajear la rodilla lesionada. Esto puede ocasionar más inflamación o sangrado.

Es posible que usted deba usar muletas o una rodillera, para asegurarse de que la rodilla afectada no reciba todo el peso del cuerpo.

Medicamentos

Usted puede comprar analgésicos para tratar el dolor leve y moderado. Si el dolor es agudo, su médico de cabecera podría recetarle analgésicos más fuertes. Además de aliviar el dolor, los analgésicos pueden reducir la inflamación y la hinchazón. Lea siempre el prospecto de información al paciente que viene con el medicamento, y si tiene preguntas, consulte a su farmacéutico o médico.

Fisioterapia

Si la lesión es más grave o compleja, su médico de cabecera pudiera referirle a un fisioterapeuta (un profesional de la salud que se especializa en el movimiento y la movilidad). También puede elegir consultar a un fisioterapeuta de manera privada.

El fisioterapeuta desarrollará un programa de ejercicios de rehabilitación para fortalecer la rodilla y estirar los músculos gradualmente.  Estos ejercicios variarán según el tipo y la gravedad de la lesión que usted tenga.  El fisioterapeuta también puede emplear diversas técnicas para que la rodilla se sane más rápido.

En ciertas ocasiones, durante la rehabilitación se utilizan rodilleras, por lo general cuando la lesión ha sido grave.

Cirugía

En algunos casos, es posible que se requiera cirugía para reparar el daño sufrido por la rodilla. Esto suele suceder en los siguientes casos:

Si se ha desgarrado el ligamento lateral externo.

Si usted se ha dañado el ligamento cruzado anterior y practica deportes con frecuencia, o si se ha desgarrado también el cartílago o el ligamento lateral interno. Es posible que necesite una cirugía reconstructiva, la cual consiste en tomar un injerto del tendón (por lo general, de la rótula) para reemplazar el ligamento dañado.

Si el daño abarca más de un ligamento o tejido de la rodilla.

Si se ha desgarrado el tendón rotuliano.

Si sigue sintiendo dolor en la rodilla, o si esta se traba debido a una lesión del menisco.

PREVENCIÓN DE LAS LESIONES DE RODILLA

Existen algunas precauciones que usted puede tomar para tratar de disminuir el riesgo de dañarse los ligamentos de la rodilla.

Haga ejercicios con frecuencia para mantenerse en buena forma. Esto hará que sus músculos estén más fuertes y puedan sostener mejor las articulaciones, incluidas las rodillas. Si no ha realizado ninguna actividad durante cierto tiempo, comience poco a poco y gradualmente aumente la intensidad del ejercicio.

Dedique de 5 a 10 minutos al calentamiento antes de hacer ejercicio, para aumentar el flujo sanguíneo a los músculos y reducir la posibilidad de sufrir una lesión. Muchos profesionales del deporte aconsejan estirar los músculos después del calentamiento y, nuevamente, después del enfriamiento; sin embargo, los beneficios del estiramiento antes o después del ejercicio no están comprobados.

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