viernes, 3 de octubre de 2014

CUIDA TUS PIES CON EJERCICIOS SENCILLOS


Cada día, tus pies dan unos 6 mil pasos. ¿Te has detenido a cuidarlos? Un descuido a la hora de elegir tus zapatos podría acabar hasta en problemas de columna y espalda, además de caídas y dolores de rodillas.

"La mayoría de las malformaciones en los pies, un 90 %, ocurre por problemas de los zapatos"

Fortalecer tus pies, coordinar sus movimientos, evitar las malformaciones y mejorar su percepción son beneficios que están al alcance de todos.

Adelántate a las malformaciones, visita tu podólogo al menos cada dos meses, elige tus zapatos adecuados y realiza estos ejercicios en casa.

1.       Ejercicio: Por 30 segundos y de pie, mantén rectos tus talones.

Este ejercicio te dirá si tu talón está torcido hacia afuera.

El primer síntoma de una malformación es dolor en el pie, que se empieza a inflamar, a cambiar de coloración de pie y uñas, que pierde fuerza y empiezan los trastornos de la sensibilidad, es decir, o siente demasiado o ya no siente nada.

Beneficio: Esta es una práctica ideal contra el pie valgo y plano.

2.       Ejercicio: Espiral del pie. Sentado en una silla, cruza una pierna sobre otra, toma tu pie y exprímelo suavemente con las dos manos, como si fuera un trapeador.

Una de las manos sostiene el talón y la otra el antepié. Al "escurrirlo", el talón debe girar hacia dentro y el antepié hacia afuera, sin causar dolor.

Se recomienda hacer el ejercicio de dos a cinco minutos diarios.

Beneficio: Practicarlo te ayudará a evitar un pie plano o valgo (talón torcido hacia afuera).

3.       Ejercicio: Sentado en una silla, coloca una mano en el antepié (la parte que correspondería a la palma de la mano), a la altura del pulgar, y otra a la altura del meñique.

Con la presión de las manos, imagina que estos dos dedos sostienen una esfera, de tal manera que hagan un arco en forma de "C".

Beneficio: El ejercicio es efectivo contra los dedos en garra y el pie plano. Debe hacerse de dos a cinco minutos al día.

4.       Ejercicio: Sentado en el suelo, con un lápiz sostenido por el pulgar y el índice del pie, dibuja círculos sobre una hoja.

El borde externo del talón siempre debe hacer contacto con el suelo y la rodilla no se puede levantar.

Beneficio: El ejercicio fortalecerá el pie, estabilizará el talón y corregirá el arco. Se recomienda hacerlo de dos a cinco minutos diarios.

5.       Ejercicio: Párate frente a un espejo y, debajo de tu pie, coloca una toallita. Con los dedos del pie y sin despegar el talón del suelo, ve arrugando la toalla.

Beneficio: El ejercicio reforzará los músculos del antepié (donde reside el 40 por ciento de la fuerza del pie al caminar), tonificará los pies cansados y ayudará a corregir el pie plano. Dedica cada día de uno a tres minutos.

6.       Ejercicio: Sostén tu cuerpo en un solo pie, como lo hacen los flamencos.

Beneficio: Si haces este ejercicio por 30 segundos cada día, sin sostenerte de nada y con el talón pegado al suelo, estabilizarás tu rodilla, enderezarás la pelvis, fortalecerás tu pierna y tendrás mayor seguridad al caminar.


7.       Ejercicio: Coloca una moneda en el suelo. Con la parte del antepié levanta esa moneda y sostenla unos cinco segundos en el aire. Los dedos no deben tocar la moneda. Haz el ejercicio unos cuatro minutos diarios.

Beneficio: Esta actividad estabiliza las rodillas, da una sensación de ligereza en los pies y descarga las articulaciones de la cadera.

8.       Ejercicio: Camina en cámara lenta, descalzo, de puntillas y sin hacer ruido, como lo hacen los felinos. El ejercicio mejora cuando vences obstáculos como escaleras, sillas o colchonetas. Ambos pies deben avanzar en posición paralela.

Beneficio: Es ideal para promover pies flexibles, proteger las articulaciones y obtener una marcha segura. Se recomienda hacerlo de dos a cinco minutos cada día.

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